El factor más importante que involucra el éxito de una película animada es, sin lugar a dudas, la historia. Incluso la combinación de un buen guión y una mala animación pueden originar una buena película, a entender de John Lasseter de Pixar. Entonces, si tenemos que enfocarnos en el guión, el animador tendría que preguntarse cuál es la importancia de su labor. La tarea del animador es representar de la mejor manera la historia, para que tenga el mayor impacto en el espectador. Lo cierto es que todos los aspectos que interviene en una película de animación: personajes, composición, ambiente, iluminación, efectos especiales y la animación deben seguir un hilo conductor común: el guión.
Los medios para desarrollar la mejor representación están en la actuación. Por lo que podemos deducir que el animador debe ser un buen actor. Es claro que un buen animador debe tener muy buen conocimiento de la actuación, pero de manera particular. Veamos algunas diferencias.
El momento del actor es exactamente en el escenario con público o frente a la cámara, allí ocurre todo, el actor se prepara para esos instantes. El actor aprende a suprimir sus emociones para dar vida al personaje. El tiempo del animador está en todo el proceso de animación, desde los primeros dibujos hasta los sutiles arreglos de curvas en la sincronización labial.
Para un actor las emociones producen expresiones faciales, para un animador las expresiones faciales producen emoción y hay que encontrar cual es la más sugestiva. Un actor nunca preguntaría si debe fruncir el seño para reflejar enfado; un animador estudiaría como debería manipular la expresión para hacerla lo más explicito posible. Noten que una buena actuación de teatro posiblemente sea insuficiente en una película animada y una buena animación, posiblemente sea en extremo exagerada en el teatro o el cine.
Una actuación en el teatro es única, a pesar que debemos pensar que veremos lo mismo en el transcurso de la temporada, pero desde el punto de vista del actor, nunca se repinten las representaciones, la improvisación es muy importante. El animador debe retomar la animación y recrearla por varias semanas o lo necesario que dure el proceso, además todo se debe planificar y evalúar.
El aprendizaje de actuación para el animador debe estar orientado a la observación, análisis y discusión sobre actuación en el cine, en el teatro e incluso sobre la animación. El aprendizaje está más cercano al entendimiento de lo que denominaba Frank Thomas como calidez, y no es más que los sentimientos del personaje que vienen de su corazón; y su particular punto de vista y eso te hace pensar que siente un personajes y porque lo siente así.
Cuando un animador me preguntan sobre las ventajas de llevar un curso de actuación, clown o improvisación, les respondo afirmativamente, pero deben entender estas diferencias y también llevar un filtro para enfocarse en lo relevante.
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